Foto: Rompeviento TV
Nos Queremos Vivas, #24A:
la movilización contra la violencia machista más grande en la historia de México
Por Gabriela Martínez
Un hecho insólito ocurrió en México el domingo 24 de abril: miles de mujeres salieron a las calles a protestar contra la violencia machista. “No, es no”, expresaron en referencia al acoso sexual. “Ni una asesinada más”, gritaron respecto a los feminicidios perpetuados a lo largo del país.
Miles de mujeres hicieron de las calles un espacio no sólo de protesta, sino de baile y de fiesta. Acompasadas por el retumbar de los tambores, mostraron su repudio a las prácticas machistas que las violentan a diario: en el hogar, en el trabajo, en la escuela, en el transporte y en las calles.
La primera Movilización Nacional contra las Violencias Machistas se replicó en al menos 28 ciudades de la República Mexicana, entre ellas: Chihuahua, Ciudad Juárez, Guadalajara, Zacatecas, Querétaro, Chilpancingo, Cuernavaca, Oaxaca, Veracruz, Mérida y Ensenada. Hubo también expresiones de apoyo en ciudades como Madrid, España, y París, Francia.
En la Ciudad de México, de acuerdo con la policía capitalina, salieron a manifestarse más de 6 mil personas. Sin embargo, según las organizaciones sociales, hubo más de 10 mil personas en las calles. Lo que parece ser un consenso es que se trata de la movilización feminista más grande en la historia de nuestro país.
La jornada #24A dio inicio a las 10:20 horas en San Cristóbal Ecatepec, estado de México, la entidad con mayor número de feminicidios en todo el país. A las once y media, aproximadamente, cientos de mujeres salieron en caravana rumbo al Monumento a la Revolución, en bicicletas, motocicletas, automóviles, camionetas y autobuses.
Foto: Daliri Oropeza
Muchas bajaron en el metro Indios Verdes, llevaron a cabo un metro popular, y más mujeres (y algunos hombres) se sumaron a la movilización. En la estación, un grupo realizó un performance y la vulvatucada (la batucada feminista que alegró a miles de personas a lo largo del día) redobló los tambores.
Las manifestantes salieron en metro Hidalgo y marcharon hacia el Monumento a la Revolución, lugar al que llegaron miles de personas más para protestar.
El monumento fue escenario de diversas manifestaciones artísticas: performances, pintas y música jarocha.
A las 15:00 horas dio inicio la marcha rumbo a la Victoria Alada. A la vanguardia iban contingentes feministas separatistas, es decir, conformados por mujeres únicamente, entre éstos, un contingente de madres lesbianas. Tras ellas iban los contingentes mixtos. Asistieron, asimismo, familiares de víctimas de feminicidio y de mujeres desaparecidas. La marcha no sólo convocó a activistas, a ésta se sumó un espectro amplio de la sociedad civil: familias enteras, trabajadoras, trabajadores y estudiantes.
La movilización fue más que un simple marchar, en ésta afloraron consignas rebeldes, consignas retadoras, manifestando el deseo de poner un alto definitivo a la violencia machista en todas sus expresiones: en lo privado (la violencia física en la relaciones de pareja, por mencionar una forma) y en lo público (el acoso sexual en las calles y en el transporte). Porque “si tocan a una, nos tocan a todas”.
