Los náufragos

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Los náufragos

Por Gabriela Martínez

No es fácil lograr una simbiosis entre arte y política. Es más fácil caer en el lenguaje panfletario o, en el otro extremo, evadir la realidad.

Los náufragos: una obra sobre la locura

¿Qué es estar loco? ¿Son los locos únicamente aquellas personas hacinadas en un lugar especial? ¿Quién o con base en qué criterios se establece cuando una persona lo está? ¿Son los locos aquéllos que se desvían de la norma?

Quizá habría que preguntarse: ¿quiénes son los cuerdos? ¿Los que vivimos una vida normal, que nos despertamos para hacer un trabajo que no nos gusta, que mantenemos encendidas nuestras fuerzas vitales para realizar constantemente una actividad de cuyos frutos no podremos siquiera gozar? ¡Vivir para el trabajo, ¿es esta la cordura?! Tal vez los cuerdos somos los engranes que permitimos la reproducción del mundo tal cual existe.

¿Hay que estar locos, en verdad, para querer cambiar el mundo?

Éstas y otras tantas preguntas me suscita Los náufragos, una obra dirigida por David Psalmon, del colectivo TeatroSinParedes, y escrita por el dramaturgo mexicano Guillermo León, que se presentó a lo largo de doce funciones en la Casa del Lago. Una obra inspirada en la Historia de la locura de Michel Foucault y en Capitalismo y Esquizofrenia de Gilles Deleuze y Felix Guattari. Actúan en esta obra: Sergio Ramos, Beatriz Luna, Regina Flores Ribot, Indira Pensado, Josué Cabrera y Karim Torres.

TeatroSinParedes asume sus labores artísticas en colectivo y de manera horizontal, las responsabilidades individuales son cambiantes. Plantea, asimismo, un acercamiento distinto al teatro, teniendo como uno de sus ejes básicos el teatro social. Busca fracturar la relación tradicional entre el actor y el espectador para dar lugar a un espectador activo.

Las actuaciones son irreverentes, honestas, estremecen. Los actores encarnan a unos verdaderos locos: pacientes y doctores, los unos por hacer corto circuito con la normalidad establecida, los otros por perpetuarla. Los personajes nos invitan a sumergirnos en un cuento de locos que es a la vez una profunda reflexión sobre el tema que representa.

Una de las locas se volvió muda porque considera que las palabras con las que solemos comunicarnos han perdido sentido. Otra de ellas manifiesta sin pudor su rechazo a los cuerpos estandarizados, estigmatizados. El cariño sin tapujos de otro es rechazado por todos, incapaces de recibirlo. El doctor Szasz siente una verdadera empatía por sus pacientes, a diferencia de los otros doctores que no ven personas sino casos. ¿Será, acaso, que él también está loco? Y si el espectador se reconoce en algún personaje, ¿estará loco también?

La obra no destaca únicamente por las actuaciones, sino también por la escenografía. Mezcla video, música y entrevistas. Inserta elementos que, lejos de ser simples añadidos de la obra (las entrevistas que aparecen en pantalla, las exposiciones de los temas abordados por Foucault, la teoría de las Dos Locuras del Dr. Sebastién Lange), se incorporan a la narrativa.

La forma en que la obra aborda un tema tan complejo pero a la vez tan humano es ágil, liviana y, no obstante, contundente.

Los naúfragos: una invitación a navegar más allá de los límites normalizadores impuestos. Un grito de rebeldía.

Las siguientes funciones empiezan el 17 de marzo en El Foro de las Artes del CENART. Puedes consultar la página del colectivo en www.teatrosinparedes.com

 

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