"No fue suicidio, fue feminicidio": familia de Lesvy Berlín tras disculpa pública del gobierno de la CDMX

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"No fue suicidio, fue feminicidio": familia de Lesvy Berlín tras disculpa pública del gobierno de la CDMX

A dos años del feminicidio de Lesvy Berlín Rivera Osorio en Ciudad Universitaria, el gobierno de la Ciudad de México ofreció este jueves una disculpa pública y reconoció su responsabilidad por la falta de debida diligencia reforzada en la investigación del caso.

El acto se realizó en cumplimiento a la Recomendación 01/2018 de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), en el que estuvieron presentes Araceli Osorio Martínez y Lesvy Rivera Calderón, madre y padre de la joven de 22 años asesinada el 3 de mayo de 2017, así como sus abuelos maternos, autoridades del gobierno capitalino, organizaciones sociales y estudiantes.

Ernestina Godoy, procuradora general de Justicia de la CDMX (PGJCDMX), señaló que la disculpa busca "dignificar la memoria de Lesvy tal como la recuerdan sus familiares, amigos y amigas" y aseguró que el crimen fue mal investigado y mal presentado ante los jueces, mismo que fue estigmatizado cuando el entonces Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, el procurador capitalino y decenas de funcionarios defendieron la versión oficial del suicidio como una verdad que en todo momento fue insostenible.

La administración anterior culpabilizó a la propia Lesvy de lo que le ocurrió, por lo que el logro de reencauzar y reclasificar el caso como feminicidio fue de su familia y de las organizaciones civiles que la han acompañado desde el día en que fue hallada dentro de las instalaciones de CU.

"Los hechos ocurridos y la secuela procedimental de su investigación evidenciaron la falta de un plan de investigación criminal del delito de feminicidio, la falta de capacitación del personal ministerial para investigar con perspectiva de género la omisión de las autoridades que procuran y administran justicia para atender de manera diligente, sensible y con enfoque de derechos a las víctimas indirectas", apuntó la procuradora durante su mensaje en el Auditorio de la Torre de Ingeniería 'José Luis Sánchez Bribiesca' de la UNAM en Ciudad Universitaria.

Además, detalló que las indagatorias evidenciaron a personas servidoras públicas con nula capacidad de salvaguardar datos de prueba, cadena de custodia, la privacidad y la dignidad de la familia afectada.

Por su parte, la presidenta de la CDHDF, Nashieli Ramírez Hernández, agregó que el reconocimiento de la responsabilidad y la disculpa pública tienen la finalidad de reparar el daño a la familia de Lesvy y a la sociedad en su conjunto, al ser una muestra del compromiso para establecer medidas o realizar cambios para que este tipo de hechos y la violencia institucional no vuelvan a repetirse. La Comisión mantendrá el acompañamiento a la familia de Lesvy.

No fue suicidio, fue feminicidio

Desde el momento en el que a Lesvy le arrebataron la vida, la de su familia también cambió totalmente, que no sólo tuvo que sobrevivir al duelo por no poder volver a ver y abrazar a la joven que soñaba con estudiar Lengua y Literaturas Modernas, que le gustaba aprender sobre gastronomía y tocar la mandolina, sino también tuvo que enfrentarse a las negligencias e indolencia de las instituciones de procuración de justicia.

Desde mayo de 2017, Araceli Osorio denunció que se violaron protocolos de actuación, como el derecho al debido proceso, hubo obstrucción del acceso a la justicia y a la verdad, así como violencia institucional por parte de funcionarios públicos, se revictimizó a la joven y su cuerpo no fue tratado como se debía, faltas que fueron documentadas por el Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria. Además, se violó el derecho a la integridad personal, el derecho a la intimidad y a la vida privada, aunado a que se revictimizó a las víctimas documentadas en la recomendación 01/2018.

Las familias de las víctimas de feminicidio en el país, como la de Lesvy Berlín, se encargan de presentar pruebas, quienes al contar con el apoyo solidario de expertos y expertas, ofrecen datos que aporten a las investigaciones de estos delitos, una labor que debería recaer en las dependencias del Estado.

La mamá de Lesvy aseveró que si la disculpa pública ofrecida por parte de la procuraduría esta mañana es una palabra empeñada, entonces será aceptada. En este sentido, puntualizó que esta recomendación "contempla la disculpa pública del tribunal, concretamente del INCIFO (Instituto de Ciencias Forenses), que es quien realiza las necropsias y que ha reconocido públicamente, porque hemos obligado a ello con nuestras acciones, que no elaboró la necropsia de Lesvy de manera adecuada, que no siguió para elaboración en casos de feminicidio. El cuerpo sin vida de Lesvy no fue tratado de manera correcta. Está también recomendada la Secretaría de Seguridad Pública, en su momento y les informaremos cuando se haya cumplido con las recomendaciones para poder aceptarla".

La señora Araceli enfatizó que la muerte de su hija, a quien le apasionaba la vida y las palabras, no fue un suicidio sino un feminicidio, ejecutado de manera particular por Jorge Luis González Hernández bajo la complicidad del Estado por omisión.

Como desde hace 24 meses, Araceli hoy también estuvo acompañada por madres de mujeres que también fueron asesinadas, por colectivos de feministas y organizaciones como el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), el CDH Fray Francisco de Vitoria, Fundar, Justicia Pro Persona, Nos Hacen Falta, por lo que pronunció palabras dirigidas especialmente al auditorio presente: "El día de hoy no deberíamos estar aquí para escuchar el ofrecimiento de una disculpa, no, el día de hoy muchas de ustedes deberían entrar o permanecer salvas en un aula; correr por el pasillo para encontrar a una amiga, abrazarla y quedar para el receso. Fatigadas de atravesar la ciudad quizá, pero a tiempo. Y no, no deberíamos pasar antes a una práctica de defensa personal o a una clase, no, deberíamos pasar a una clase de baile, deberíamos pasar por un helado".

"Aceptar las disculpas en tanto las consideremos inequívocas, es decir, que no queden divididas con un lenguaje restrictivo diseñado para limitar su alcance o para desviar la culpa ante los ojos de los demás, porque nosotros mantendremos no sólo nuestros ojos sino nuestros sentidos permanentemente atentos. Una aceptación de la disculpa se da si se apoya en una visión justa y moral que permita a las víctimas, a la sociedad en su conjunto, mirar hacia el futuro con esperanza. Nosotros hemos dicho que no hablamos de la esperanza como eslogan, que hablamos de la esperanza como un fin a alcanzar, como un medio para que podamos también de conocer la verdad de los hechos ocurridos ese 3 de mayo; una verdad con la que nos hemos comprometido. Todos los días, cada una de nosotras que participamos desde los movimientos sociales estamos empeñadas en lograr", fueron las palabras de Araceli Osorio al leer un texto de autores colombianos al referirse a la justicia.

Araceli Osorio, a nombre de su familia, informó que en junio iniciará un juicio, que esperan sea adecuado, en el que se deberá incorporar la perspectiva de género. Finalmente, recordó que así como deben cesar los feminicidios también debe haber atención y búsqueda de todas las mujeres desaparecidas en México.

De acuerdo con el OCNF, del 2012 al 2018 se registró el asesinato de 923 mujeres en la Ciudad de México, de las cuales sólo el 36 % se investigó como feminicidio. Respecto a la edad de las víctimas, el 44 % eran mujeres de entre 18 y 30 años de edad, mientras que el 8.6 % eran menores de edad. En la Ciudad de México son las mujeres jóvenes las que se encuentran en riesgo de vivir un feminicidio, según el Observatorio.

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