Claudia Soriano Segoviano. Psicoterapeuta Gestalt y Psicocorporal.
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La violencia psicológica en las relaciones de pareja
“Toda violencia es el resultado de personas engañándose para creer que su dolor es provocado por otra gente,
pensando por tanto que merecen ser castigadas”.
Marshall Rosenberg
Cuando iniciamos una relación de pareja lo hacemos con ilusión, entusiasmo y las ganas de que esa relación nos haga crecer juntos y en lo individual. Mostramos nuestro mejor lado, por lo que es muy difícil que nos pase por la cabeza, y menos por el corazón, que dentro de esa relación podríamos ser víctimas de violencia.
Conforme pasa el tiempo y la euforia inicial va desapareciendo, aparecen las dificultades y las crisis que forman parte de la vida de las personas y por lo tanto de la pareja. Es importante resaltar que hay que tener claridad para distinguir entre los momentos críticos que se viven y una vez aclarados se resuelven, y los que se instalan en la relación de manera habitual a manera de abuso.
En esos acomodos y reacomodos entre ambas partes, cada vez se van haciendo más evidentes los roles de poder. La violencia comienza a ejercerse y, de no ser detectada y detenida a tiempo, puede llegar a considerarse como una “normalidad”, siendo cada vez más destructiva y más complejo salir de ella.
La violencia psicológica es todo tipo de agresión realizada sin la intervención del contacto físico entre las personas. Y dado que no es un maltrato físico, resulta difícil de reconocer e identificar, ya que la gran mayoría de quienes la viven, asumen ese tipo de trato como algo “normal” en las relaciones de pareja.
En muchas ocasiones las personas llegan a consulta terapéutica sintiéndose culpables de la situación que están viviendo, como si fueran ellas quienes la provocan, sin darse cuenta de que no es así. La violencia psicológica por lo general no se produce repentinamente, sino que va siendo paulatina y progresiva, por lo que es importante poder ver las señales que a veces de forma muy sutil van apareciendo. Ese es el primer paso para detenerla.
Lo más característico en una persona que es víctima de violencia psicológica es vivir en un estado constante de ansiedad, de pensar y sentir que lo que hace está mal, y que además es responsable de esto.
Quien ejerce la violencia psicológica lo hace por el deseo de mantener bajo control al otro y de esa manera dominarlo.
Algunas de las señales de que estás bajo violencia psicológica son si tu pareja te pide explicaciones de todo lo que haces, horarios, gastos. Critica constantemente tu manera de ser, de hablar, de comportarte, además de tu físico.
Le tienes que pedir permiso para hacer lo que quieres hacer.
Mantiene una actitud de enojo constante y hostilidad hacia ti, a pesar de que muchas veces puede estar disfrazada con una sonrisa, lo cual hace menos evidente el ejercicio de control y poder.
Controla y cuestiona todas tus relaciones, familiares y de amistad, así como tu celular y redes sociales.
Minimiza tus logros personales y profesionales, haciéndote dudar de tus capacidades.
Te responsabiliza de sus problemas y te repite constantemente los errores que considera que tú has cometido para que la situación esté como está.
Toma todas las decisiones sin tomar en cuenta tu opinión.
La lista podría seguir, sin embargo, considero que las que he mencionado pueden ser suficientes para darte cuenta de que estás viviendo en una relación donde se ejerce violencia psicológica.
Cuando nos hacemos conscientes de una situación que estamos viviendo, nos hacemos responsables de seguir permitiéndola o salir de ella. No es fácil, sin embargo, es posible.
Si consideras que necesitas acompañamiento terapéutico para salir de una situación como esta, mándame un mensaje de whatsapp al 5522558651 para hacer una cita.
