Imagen: Radio Zapatista
Buscan justicia por feminicidio, pero viven amenazados
Paola Atziri Paz
"Qué bueno que sigan sufriendo, se los van a chingar", fueron las palabras que un hombre que acompañaba a la defensa de Luis Ángel, presunto feminicida, dijo a la familia de Lupita, quien fue asesinada de manera brutal el 6 de julio de 2017.
Las intimidaciones ocurrieron el pasado 14 de mayo, al finalizar la última audiencia del desahogo de pruebas contra el principal sospechoso de acabar con la vida de la joven de 21 años. De acuerdo con Juana Isabel Benítez Vega, las amenazas provinieron de un hombre de complexión robusta, moreno, pelón y con lentes, quien junto con otro individuo se acercó a ella y su familia, quienes se manifestaban afuera del juzgado, para amenazarlos y decirles "chinguen a su madre".
Verónica Guadalupe Benítez Vega era estudiante de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán de la Universidad Nacional Autónoma de México y habitante de San José El Vidrio, Nicolás Romero, Estado México. Lupita, como le decían sus seres queridos, era madre de un bebé de cuatro meses cuando fue asesinada y acuchillada a unos metros de su casa. El principal responsable del crimen es Luis Ángel Reyes, quien era su esposo y que actualmente se encuentra detenido, pero sin ninguna condena.
De acuerdo con Isabel, el trato con las autoridades ha dejado mucho que desear, en cuatro ocasiones han cambiado de Agente Ministerial, actualmente el encargado es el licenciado Omar Vilchis. Incluso desde hace 10 meses han solicitado reunirse con el procurador del Edomex, Alejandro Jaime Gómez, pero la respuesta ha sido que "está muy ocupado y tiene su agenda llena".
En la última audiencia, un Juez de Control de Tlalnepantla admitió las pruebas ofrecidas por el Ministerio Público y únicamente dos testimonios del imputado. Ahora, la familia de Lupita se encuentra a la espera de la fecha del juicio oral, quien además comentó para Rompeviento TV que las pruebas de ADN arrojaron que los residuos de piel encontrados en las uñas de Lupita pertenecen a Luis Ángel.
El calvario de los familiares de Lupita no sólo es enfrentarse al dolor de su ausencia, sino a la búsqueda de justicia y sobrevivir con las constantes amenazas que han recibido desde el inicio del proceso penal, ya que los han llegado a amenazar con indirectas sobre sus hijos. "No solo la asesinaron a ella, también a nuestra familia, ya nada será igual, además sales con temor y miedo frente a las amenazas", expresó Juana Isabel, quien señaló que al recurrir a las autoridades para denunciar las diferentes intimidaciones, estas respondieron que no pueden hacer nada porque las amenazas no son tipificadas como delito en el Estado de México.
Por su parte, el Colectivo Aequus, defensor de Derechos Humanos, que ha seguido y apoyado a la familia de Lupita durante el proceso, emitió un comunicado en el que condenaban las agresiones: "En este contexto hacemos directamente responsable, inicialmente a la familia del sujeto procesado (que de manera recurrente revela su vocación violenta) por el feminicidio de Lupita, de cualquier hecho que ocurra en contra de la familia, organizaciones, colectivos, personas y vecinos de San José el Vidrio que acompañamos esta lucha; pero también hacemos responsables de esto, a las autoridades del gobierno y las autoridades del poder judicial, todas del Estado de México, que no han brindado las medidas de seguridad suficientes".
