El México corrupto de siempre

  • 0

J. Jesús Esquivel

Corresponsal de la revista Proceso en Washington

@JJesusEsquivel

 

Washington – La lupa con la que miran al gobierno de México los mexicanos, es siempre un buen indicio de la percepción que se tiene del país más allá de sus fronteras.

 

Si dentro del territorio nacional los mexicanos estamos hartos del gobierno, por sus escándalos de corrupción y la impunidad con la que Enrique Peña Nieto trata a los responsables, incluida su esposa; por la decadente economía, por los arreglos de conveniencia entre el INE, el PVEM y el PRI; por los asesinatos de reporteros y ataques a la prensa independiente, por la narcoviolencia, la narcocorrupción y por el imparable aumento de la pobreza, imaginen cómo se ve a México desde el extranjero.

 

“Es el México corrupto de siempre”, “Todos los políticos son iguales, son unos rateros”; “Con Peña Nieto regresó el PRI de antes, el de los corruptos”; “Nunca vamos a ser un país verdaderamente democrático, siempre hay arreglos entre los poderosos”. Estos son solo algunos de los comentarios que hacen muchos de los mexicanos que viven en el extranjero. Personas que fueron forzadas a salir por falta de oportunidades económicas y de quienes me gusta recoger sus opiniones sobre nuestro México. A muchos, estos adjetivos les podrán sonar tendenciosos, pero es una conclusión que emana de la mala reputación que se ha ganado el gobierno de Peña Nieto por los escándalos de la Casa Blanca, la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, las masacres en Michoacán, las ejecuciones de periodistas, la fuga de “El Chapo” Guzmán y las complacencias con figuras emblemáticas del México podrido, y del ayer, como la maestra Elba Esther Gordillo.

 

Todo esto no extrapola otra cosa más que desconsuelo.

Mirar a México desde atrás de sus fronteras es entender un poco el porqué ante las naciones más avanzadas del planeta no dejamos de ser más que una nación bananera. Eso sí, con ciudades cosmopolitas  y un empresario que figura entre los hombres más ricos del mundo, pero al final de cuentas un país bananero.

 

La gran mayoría de los mexicanos que abandonan el país por razones económicas, cuando inician el peregrinaje hacia un mejor porvenir, sueñan con regresar algún día a su patria.

 

La nostalgia del migrante es muy dolorosa, y lo es más para quienes no pueden regresar a pasar las fiestas decembrinas, un cumpleaños, una boda o el día de las madres. Esa nostalgia que no se borra, con el tiempo se hace como un cayo. Sigue ahí, pero ya no duele como al principio. Y no es por desamor ni malinchismo, es porque cada día México se vuelve menos atractivo.

 

Bien o mal, los migrantes mexicanos -por lo menos los que viven en Estados Unidos y amenazados por la deportación, la discriminación y el racismo- están mejor que en sus lugares de origen. “Hay mucha violencia”, “La economía está muy mala”, “Las leyes solo sirven a los ricos”, “¿Qué voy a ir a hacer a México, a exponer a mis hijos a tantas cosas malas que pasan allá? Mejor nos quedamos aquí, pobres pero con trabajo seguro”, son las explicaciones de los migrantes mexicanos que ya borraron de sus aspiraciones de vida el eventual regreso a la patria.

 

Sé que muchos critican a estos migrantes porque consideran que menosprecian al país, porque ven pasar los toros detrás de la barrera. Cierto, pero eso no borra ni acaba con la imagen de un México deteriorado, corrupto, lleno de violencia y narcotráfico. Es la imagen de México que se ha ido asentando en el extranjero desde que comenzó este siglo.

 

¿Acaso ocurrió algo para decir lo contrario?

 

Los medios de comunicación de mayor importancia de los países industrializados no hacen más que resaltar los embustes del gobierno de Peña Nieto, su falta de interés en resolver los problemas de derechos humanos, los asesinatos y desapariciones de personas, los ataques a la prensa y, sobre todo, la impunidad y descaro con los que trata a sus allegados, quienes han sido los principales promotores de esta imagen del México podrido.

 

De aquella portada de la revista Time, “Saving México”, ya no se quieren ni acordar los editores y el reportero que cayeron en la trampa del Cid Campeador copetón de Atlacomulco.

 

¿Qué estadística o perspectiva económica emitida en los últimos meses por parte del gobierno de Peña Nieto ha sido positiva como para pensar que México está bien, o que por lo menos va por buen camino? Lamentablemente, ante los ojos del mundo, nosotros los mexicanos seguimos siendo el país corrupto de siempre. La diferencia es que hoy somos el país corrupto en un siglo que empieza, en el de la transparencia, el de las redes sociales como catalizadoras de sus gobernantes. México tiene otros políticos como gobernantes, sí, pero tienen y practican las mismas mañas de quienes hicieron historia en esos sangrientos, lamentables y vergonzosos capítulos de nuestra historia política.

Cero Decibeles -19 de agosto de 2015- En el estudio: Semilla
Atrás Cero Decibeles -19 de agosto de 2015- En el estudio: Semilla
Reportan expertos de CIDH destrucción de pruebas en caso Ayotzinapa
Siguiente Reportan expertos de CIDH destrucción de pruebas en caso Ayotzinapa
Entradas Relacionadas

Escribir comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *