Desarrollan estudiantes veracruzanos fármaco contra el cáncer
Ana Flores
Un grupo de estudiantes del Instituto Tecnológico de Veracruz (Itver) desarrollaron Quimioterazol, proceso que permite generar el compuesto activo del fármaco paclitaxel, que ha sido empleado desde hace más de 45 años para el tratamiento de pacientes contra el cáncer de pulmón, mama y ovario. Originalmente el medicamento presenta dificultades para su elaboración y al no fabricarse a nivel nacional provoca que su importación sea de alto costo.
El proyecto resultó ganador en el evento nacional estudiantil de Innovación Tecnológica 2016, celebrado en el Instituto Tecnológico de Pachuca. En la competencia estuvieron involucradas 266 universidades, pertenecientes al sistema del Tecnológico Nacional de México, donde participaron más de cuatrocientos proyectos y mil quinientos estudiantes.
La iniciativa surgió en 2002 a partir de un trabajo de tesis realizado por Oscar Platas, estudiante de la carrera de Ingeniería Bioquímica en el Itver. En ese entonces sólo era un trabajo teórico, que ahora se ha convertido en una investigación experimental.
El equipo está integrado por Daniel Zavala Ortiz, estudiante de doctorado en Ciencias de los Alimentos; Mauro Martínez Moreno, de la carrera de Ingeniería Bioquímica; Juan Díaz Rangel, de Ingeniería Eléctrica; Rodolfo Bazán de la Cruz y Yerarli Pérez Salazar, con maestría en Ingeniería Bioquímica. Además, es asesorado por la doctora María Guadalupe Aguilar Uscanga y el doctor Javier Gómez Rodríguez.
El proceso de Quimioterazol se realiza mediante el cultivo de células vegetales de tejo mexicano del estado de Veracruz, cuya corteza y follaje tiene un alto contenido de compuestos anticancerígenos. Hasta el momento, sólo se había utilizado el tejo inglés, así como el de Estados Unidos y Canadá, principales proveedores del fármaco.
El proyecto permite la producción de paclitaxel y bacatina III, con una concentración de 42 miligramos y 130 miligramos por litro respectivamente, en un tiempo de elaboración de diez días.
El costo del fármaco va desde los 800 hasta los seis mil pesos. Los estudiantes afirmaron que su fabricación en territorio mexicano supone un beneficio social y económico, ya que habrá más disponibilidad, y eventualmente los precios disminuirán. Su objetivo es reemplazar la importación del fármaco y hacer más accesible el tratamiento para los pacientes con cáncer.
Los estudiantes aseguraron que ante la inexistencia de fabricación que existe del fármaco en territorio mexicano, las farmacéuticas nacionales, o que están instaladas en el país, podrían explotarlo para ofrecerlo o maximizar sus inversiones en la producción de éste, debido a que hay una alta demanda de dicha sustancia y no hay un proveedor seguro.
