Pide PGR disculpa a mujeres indígenas tras encarcelamiento injusto
Luz León y Paola Atziri Paz
Raúl Cervantes Andrade, titular de la Procuraduría General de la República (PGR) ofreció una disculpa pública a Jacinta Francisco, Alberta Alcántara y Teresa González, mujeres hñähñú (otomí), por haber sido encarceladas injustamente, acusadas del secuestro de agentes federales en 2006, en Santiago Mexquititlán, Querétaro y sentenciadas a 21 años de prisión.
Jacinta, Alberta y Teresa fueron detenidas de forma arbitraria el 3 de agosto de 2006 y acusadas de secuestrar a seis agentes de la extinta Agencia Federal de Investigaciones (AFI), quienes en el mes de marzo de ese año realizaron un operativo para decomisar supuesta mercancía apócrifa en el mercado central de Santiago Mexquititlán, Querétaro. Sin embargo, ellas denunciaron y protestaron que los elementos de la AFI acudieron a dicho tianguis a extorsionarlas.
Jacinta Francisco Marcial señaló que los años que vivió encarcelada nunca le serán devueltos y enfatizó en que la PGR debe revisar los expedientes de los indígenas presos sin esperar hasta que alguno de sus familiares fallezca. Por ello, afirmó que sólo estará contenta ‘‘cuando se acabe la injusticia y se respete a los indígenas’’.
El día de ayer, en una conferencia de prensa en la sala Jaime Torres Bodet, del Museo de Antropología e Historia, ante integrantes de organizaciones civiles, defensores derechos humanos, autoridades federales y Raúl Cervantes, Estela Hernández, hija de Jacinta Francisco, afirmó: "La disculpa es por funcionarios mediocres, ineptos, corruptos e inconscientes que fabricaron el delito de secuestro e inventaron que Jacinta era delincuente. Hoy queda demostrado que ser pobre, mujer e indígena no es motivo de vergüenza. Vergüenza hoy es de quien supuestamente debería garantizar nuestros derechos como etnia, como indígenas y como humanos".
Asimismo, declaró que las autoridades son corruptas e ignorantes, que es lamentable y vergonzoso que a seis meses de cumplirse 11 años del caso 482006, la Procuraduría General de la República reconoció de manera forzada, no por voluntad, que el caso citado fue un error. Esto después de tres años de que el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa dictó sentencia.
Por su parte, el procurador dijo que ‘‘la PGR incurrió en una actividad indebida y generó con ello una afectación a su honor, a su propia imagen y a la percepción generada en su comunidad respecto de ustedes’’.
En su discurso, Hernández aseveró que las mujeres indígenas que han sido víctimas de alguna injusticia no deben quedarse calladas y exhortó a que "luchen porque se les devuelva su dignidad", y sentenció "hasta que la dignidad se haga costumbre".
En este contexto, Estela Hernández suscribió las palabras de la maestra Rosa María, cesada en Querétaro por la represión del primero de mayo durante el gobierno de Francisco Domínguez, y señaló: "A los maestros perseguidos, encarcelados, aterrorizados y que luchan en favor de los derechos humanos, quiero decirles que después de vivir este terrorismo de Estado asumimos el dolor, vencimos el miedo para que la victoria fuera nuestra; quiero repetir lo que dijo la maestra Rosa María, compañera cesada en Querétaro por la represión del primero de mayo con Pancho Domínguez: hoy nos chingamos al Estado’’.
