Crean combustible alternativo a partir de residuos de agave
Redacción RV
Un grupo de científicos del Departamento de Biotecnología en la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ) de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC) desarrollan un biocombustible de segunda generación con tecnología para la producción de etanol carburante a partir de residuos de agave. El biocombustible busca ser una alternativa ecológica, económica y de alto rendimiento ante el combustible fósil.
La iniciativa surgió a partir de un proyecto financiado por el Fondo Sectorial de Investigación en Materia Agrícola, Pecuaria, Acuacultura, Agrobiotecnología y Recursos Fitogenéticos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Recursos Pesqueros y Alimentos (SAGARPA), así como por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) en 2012. También contó con el apoyo del Programa de Estímulos y Tecnología (PEI).
En 2012 se desarrolló tecnología para la producción de etanol carburante a partir de un insumo derivado de una especie de agave silvestre, conocido como lechuguilla, que crece en toda la región noreste de México.
El proceso ha sido desarrollado en tres etapas: la primera es la autohidrólisis; la segunda es la sacarificación enzimática a fin de hidrolizar la celulosa y obtener azúcares; y la tercera es fermentar los azúcares con el fin de convertirlos en etanol, para después ser concentrado y deshidratado hasta un grado de pureza arriba de 99.5 por ciento, el cual se necesita para ser utilizado en vehículos de combustión interna.
Los científicos de la UAdeC se vincularon con la empresa Comercializadora de Productos de Transformación Ecológica S.A de C.V. (Fuel Flex México) en 2015, para desarrollar tecnología de producción de etanol carburante a escala de laboratorio a partir del bagazo de Agave tequilana, un residuo que se genera en altas cantidades durante el proceso de elaboración del tequila.
En 2016 el PEI aprobó una segunda etapa del proyecto para desarrollar bioetanol a escala piloto, misma que concluyó recientemente. Por el momento, el proyecto busca implementar el bioetanol en el parque vehicular de la Universidad Autónoma de Coahuila. Posteriormente pretende llevar el proceso a escala industrial.
La aplicación del etanol como combustible tiene beneficios económicos, ya que actualmente el precio es de $14.00 por litro a través de Fuel Flex México. Posee compatibilidad de combustible con automóviles convencionales y presenta entre 110 y 120 de octanaje comparado con la gasolina Premium, que tiene aproximadamente 89. Además, el uso del bioetanol tiene una ventaja ecológica, dado que tiene la capacidad de disminuir las emisiones de gases del efecto invernadero.
