Reconoce Estados Unidos 33 muertes civiles durante ataques aéreos
Redacción RV
Las fuerzas militares estadounidenses confirmaron la muerte de decenas de civiles durante un bombardeo aéreo en noviembre del año pasado en la ciudad de Kunduz, al norte de Afganistán.
La investigación se llevó a cabo tras el reclamo por las muertes que dejó el ataque aéreo norteamericano enviado en apoyo a las fuerzas afganas y estadounidenses que, presuntamente, se encontraban bajo ataques de dos comandos talibanes en el pueblo Buz-e Kandahari.
Según las declaraciones militares estadounidenses, la investigación determinó que “33 civiles murieron y 27 salieron heridos”, a causa de la respuesta de sus tropas al fuego proveniente de “Talibanes que utilizaban casas de civiles como puntos de disparo”.
“A pesar de las circunstancias, lamento profundamente la pérdida de vidas inocentes. En esta ocasión, los talibanes decidieron esconderse entre civiles y después atacar a las fuerzas afganas y americanas”, comentó Gen John Nicholson, comando de las fuerzas de Estados Unidos en Afghanistan.
“Quiero asegurar al presidente Ashraf Ghani y a la gente de Afghanistan que tomamos todas las medidas posibles para proteger a los civiles afganos”, señaló Nicholson.
Una vez terminados los disparos, residentes de Kunduz cargaron alrededor de una docena de cuerpos muertos, incluyendo niños y familiares, hacia la oficina del gobierno local en muestra de rabia.
Sin embargo, un oficial de provincia de Kunduz declaró que el balance de muertes de civiles afganos señalados por el ejército norteamericano era menor del que las autoridades locales habían encontrado.
“Más de 50 personas, incluyendo mujeres y niños, fueron asesinados durante el ataque de las fuerzas afganas y norteamericanas en Buz-e Kandahari”, dijo Toryalia Kakar, un diputado miembro del consejo provincial.
Kakar demandó al gobierno estadounidense la compensación que debían recibir las familias de las víctimas, quienes según este no solo perdieron a seres queridos, sino que vieron destruidos sus hogares durante los ataques aéreos.
