El panorama de la radio

  • 0
Tamaño de fuente:
Imprimir

Aleida Calleja

Coordinadora de Advocacy del Observatorio Latinoamericano de Regulación, Medios y Convergencia (OBSERVACOM)

www.observacom.org  / @callejag

 

De acuerdo con las declaraciones del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) sobre la política en la radio abierta, podemos esperar una cierta reconfiguración de este medio en el país. Esto dependerá de las decisiones que tome el regulador en los tiempos por venir.

Desde abril pasado se anunció la licitación de 257 estaciones comerciales de radio en el segundo semestre de este año, 191 en FM y otras 66 en AM. Será la primera licitación comercial en 20 años. Además, se determinó liberar 94 señales para medios comunitarios y 13 para medios públicos, muy pocas para la demanda de medios comunitarios e indígenas y para el volumen de población que tenemos en el país. Si bien es de reconocerse que el IFT haya incluido a este tipo de emisoras, su número no alcanza para equilibrar la gran asimetría frente a las comerciales.

En este paquete de estaciones no están contempladas las ciudades más importantes como Guadalajara, Monterrey, Ciudad Juárez y el Distrito Federal, entre otras, por la supuesta saturación de espectro; afirmo que es supuesta porque en realidad no debiera existir. La falta de frecuencias en las grandes ciudades se sostiene por una norma técnica que es una barrera artificial que impide que nuevos actores entren a la radio para proteger los intereses de los concesionarios comerciales de la radio FM en México. Me explico, en esa banda se establece desde hace décadas que la distancia entre frecuencia y frecuencia debe ser de 800Khz, cuando en la mayor parte del mundo es de 400Khz, lo que permite la existencia de más señales, el uso más eficiente de esa porción del espectro y, por lo tanto, la entrada de nuevos jugadores para fomentar el pluralismo y la diversidad.

Sin embargo, esta situación podría cambiar en poco tiempo, ya que el IFT está ya realizando los estudios técnicos para reducir la distancia en las frecuencias de FM de 800Khz a 400Khz; eso implicaría duplicar la cantidad de señales en todo el país, incluyendo a las grandes ciudades. Las nuevas disposiciones sobre la separación en la banda de FM deberán estar antes de finales de septiembre, después de la consulta pública que emitirá el IFT para tal efecto, con lo cual tendrá que hacerse otro proceso de licitación.

La clave en este proceso para que la apertura de la radio de como resultado una real pluralidad de voces, contenidos e informaciones, como lo establece la Constitución, serán los criterios que establezca el IFT para adjudicar las señales, no solamente para limitar que los mismos operadores que concentran el espectro (13 grupos) acaparen más, sino también implementando medidas afirmativas para que de esa ganancia espectral un porcentaje sea destinado a medios sociales, comunitarios e indígenas.

La asignación de espectro a este tipo de medios en las grandes ciudades no solamente es un tema de competencia, sino tambien de generar condiciones para el derecho a la información de la población, pues hoy por esas barreras técnicas los habitantes de estas urbes no pueden acceder a contenidos diversos de medios sociales que pueden llenar las necesidades de información que los medios comerciales o públicos no llenan. Así, por ejemplo, en la Ciudad de México, que tiene la mayor presencia de habitantes indígenas en el país, podría existir una emisora indígena para dotar del servicio a esta población vulnerable que ningún medio atiende.

Si el IFT se atreve a ir más allá de la mirada económica, tiene la oportunidad de cambiar sustancialmente el panorama de la radio en México, partiendo el oligopolio comercial existente. Así cumpliría con el mandato constitucional de garantizar pluralismo y diversidad, componentes indispensables del derecho a la información e inclusión para que amplios sectores de la población tradicionalmente excluidos puedan ejercer su libertad de expresión a través de la radiodifusión. Es una gran oportunidad, pues no hay que olvidar que con la transición a radio digital habrá hasta cuatro señales más por la multiprogramación, tal como sucede con la televisión digital, aunque todavía falta tiempo para eso, es un proceso que está por venir. ¿Se atreverá el IFT a aprovechar esta gran oportunidad o se quedará en la visión conservadora que hasta ahora ha mostrado?

 

En otros temas

 

Este viernes 10 de julio emisoras comunitarias de la AMARC se presentarán en las instalaciones del IFT para exigir que se les otorguen las concesiones o las constancias que acreditan que son de uso social comunitario o indígena, el regulador no lo ha hecho porque no ha aprobado los lineamientos para transitar de permiso a concesión incumpliendo los plazos que le dio la ley para emitirlos. Este retraso ha impedido a estas radios poder acceder al derecho que les da la ley para que reciban el 1% de la publicidad ofical federal como casi única posibilidad de financiamiento. Aun cuando el Consejo Consultivo del IFT emitió una recomendación urgente para que este instituto realice las acciones necesarias para no privar de este derecho a las emisoras, hasta el momento no ha habido ninguna respuesta concreta.

Sigue el conflicto en el Canal 22 por las acusaciones de censura que hizo un grupo de trabajadores. Ante la respuesta de su director, Raúl Cremoux, mediante una entrevista en el mismo canal, más periodistas y trabajadores se unieron a la protesta y mediante un segundo comunicado público exigieron un derecho de réplica y un debate público. A la crisis respondió el titular de Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa, afirmando que está abierto al diálogo pero sin determinar ningún mecanismo. Al emplazamiento de los trabajadores, la respuesta institucional fue que les darían el derecho de réplica pero no en vivo sino pregrabado, algo que por supuesto no aceptaron.

Fue un día nublado
Atrás Fue un día nublado
Camboya: Voces Verdes (Parte 1)
Siguiente Camboya: Voces Verdes (Parte 1)
Entradas Relacionadas

Escribir comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *