2020: el recuento del dolor, en medio de una pandemia mundial

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"Tengo un sueño, un solo sueño, seguir soñando. Soñar con la libertad, soñar con

la justicia, soñar con la igualdad y ojalá ya no tuviera necesidad de soñarlas".

Martin Luther King

 

 

La columna rota/ Verónica Villalvazo (Frida Guerrera)

 

El 20 de febrero de 2016, luego de haberme luxado un tobillo, inicié con la documentación de notas hemerográficas para documentar #FeminicidioEmergenciaNacional. Desde entonces, hemos realizado, año con año, el recuento doloroso de homicidios dolosos contra mujeres y niñas, detallando siempre los feminicidios.

 

Nuevamente, queremos reiterar que todas estas cifras no son sólo números, son vidas, sueños, historias truncadas por la decisión de sujetos que, por el hecho de sentirse dueños de ellas, les arrebataron la vida y sumergieron a sus familias en el infierno eterno. Lamentablemente, no hay otra forma de darle a conocer a usted el horror que a diario vivimos, y que durante el 2020 se quedó en la invisibilidad en medio de una pandemia que vulneró aún más a niñas y mujeres.

 

El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública informó que 3,723 mujeres fueron asesinadas durante el 2020, de estos crímenes, 969 fueron tipificados como feminicidios.

 

Nuestro país tiene 2 mil 467 municipios, así como 16 alcaldías en la Ciudad de México. Durante 2020, los municipios con mayor número de feminicidios fueron Ciudad Juárez y Tijuana, con 19 y 18 asesinatos respectivamente, de acuerdo con una gráfica presentada en la conferencia matutina en febrero pasado, con datos actualizados al 31 de diciembre de ese año.

 

La titular de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (CONAVIM), Fabiola Alanís, indicó que esos dos municipios encabezaron la tendencia de ese delito durante el año, cambiando de posición entre ellos a lo largo de 2020.

En tanto, los municipios con menos de 10 feminicidios en el año fueron: Tlajomulco de Zúñiga, Morelia, García y San Luis Potosí, con nueve cada uno; y Chihuahua, Atizapán, Tultitlán, Tecámac, Ecatepec y Puebla, con ocho asesinatos cada uno. Hasta aquí el reporte de oficial.

 

Desde nuestro trabajo diario documentamos 2,298 homicidios dolosos. Presentamos sólo los feminicidios registrados en nuestra documentación, por estado y orden alfabético. Más adelante resaltaremos los diez estados con mayor incidencia. De esos 2,298 asesinatos, clasificamos 1,837 como feminicidios, considerando los siete ejes indicados en el artículo 325 del Sistema Penal Nacional, de acuerdo con el cual, "Comete el delito de feminicidio quien prive de la vida a una mujer por razones de género”. Se considera que existió este delito cuando en la muerte está presente alguna de las siguientes circunstancias:

Los 1,837 feminicidios que documentamos en el 2020, se distribuyeron, geográficamente, de la siguiente manera: Aguascalientes, 07; Baja California Sur,  5; Baja California Norte, 96; Campeche, 4; Chiapas, 34; Chihuahua, 137; Ciudad de México, 72; Coahuila, 30; Colima, 45; Durango, 18; Estado de México, 195; Guanajuato, 158; Guerrero, 70; Hidalgo, 28; Jalisco, 111; Morelos, 51; Michoacán, 161; Nayarit, 9; Nuevo León, 57; Oaxaca, 88; Puebla, 99; Querétaro, 21; Quintana Roo, 40; San Luis Potosí, 34; Sinaloa, 42; Sonora, 34; Tabasco, 14; Tamaulipas, 14; Tlaxcala, 8; Veracruz, 100; Yucatán, 9; y Zacatecas, 43.

 

En nuestro registro encontramos que 755 feminicidios se cometieron con arma de fuego; de estos, 37 de los autores eran parejas o esposos de las víctimas, 5 novios y 2 ex novios, 3 padres biológicos, 1 padrastro, 2 hijos, 2 nietos y 4 conocidos. Con estos datos queremos dejar claro que también los feminicidios se cometen con armas de fuego y que no solo se usan arma de fuego en homicidios dolosos.

 

Con arma blanca fueron cometidos 195 feminicidios. Tres mujeres fueron atropelladas intencionalmente, 30 calcinadas, 9 lapidadas, 9 maniatadas, 2 supuestamente intoxicadas, ambas menores; 28 decapitadas y descuartizadas. Además, 133 fueron estranguladas; de estas, 33 fueron asfixiadas y 22 encontradas colgadas en puentes o en su domicilio; 688 fueron asesinadas a golpes, y de estas, 400 fueron violadas. Del total de los casos, 146 mujeres contaban con fichas de desaparición, todas recientes, sólo tres de años anteriores. Veinte contaban con denuncias por violencia intrafamiliar, acoso y amenazas hechas por parejas o ex parejas.

 

Se cometieron 176 feminicidios infantiles en menores de entre 0 y 17 años: 60 niñas de cero a cinco años de edad, 26 niñas de 6 a 10 años; 51 de 11 a 15 años, y 38 de 16 a 17 años. Dieciocho bebas de menos de un año fueron encontradas sin vida, la mayoría en las calles; la más pequeña de nuestras bebas tenía 6 meses, fue violada y asesinada por su padrastro en Tehuantepec, Oaxaca; 42 nenas de 1 a 5 años fueron asesinadas a golpes, la mayoría de ellas violadas.

 

Además, 310 mujeres de 18 a 25 años fueron asesinadas, así como 325 de entre 26 y 35 años; 177 de 36 a 45 años, 93 de 46 a 55 años y 34 de 56 a 60 años; 79 mujeres de la tercera edad fueron asesinadas, la mayor tenía 96 años y fue violada y apuñalada el 30 de septiembre 2020, en Tecoanapa, Guerrero.

 

Es importante señalar que 1,010 de los feminicidios que registramos no tienen dato de edad, por lo que en todos los ejes las cifras podrían ser mayores; 558 se encuentran en calidad de reservadas, 656 no fueron identificadas o el medio informativo no dio seguimiento al caso, por lo que no contamos con esos datos. De 924 mujeres y niñas, contamos con sus nombres y en algunos casos dimos seguimiento periodístico a sus crímenes y procesos legales.

 

La impunidad es parte fundamental de esta enorme tragedia. Sólo 252 presuntos feminicidas fueron detenidos y vinculados a proceso; 20 cuentan con orden de aprehensión y se encuentran prófugos, y apenas 10 fueron sentenciados. En 1,553 feminicidios, se ignora hasta el momento quién o quiénes fueron los perpetradores; 31 feminicidas se suicidaron luego de cometer el asesinato. Con base en las notas informativas diarias, logramos documentar únicamente 180 huérfanos y huérfanas.

 

Lo hemos dicho mil y una veces, como sociedad, debemos generar empatía hacia nuestras mujeres y nuestra niñez. El feminicidio en mujeres de la tercera edad se elevó considerablemente durante el año de la pandemia infinita de violencia.

 

Sí, por primera vez en la historia de este país el gobierno federal está mucho más comprometido que en otros momentos. Sin embargo, la lista vergonzante del feminicidio y la estela de dolor que deja en familias enteras sigue acrecentándose día con día, año con año.

Pero debemos entender que no sólo es tarea de los gobernantes de todos los niveles. Es tarea de todos cambiar los patrones de violencia con los que hemos crecido, dejar de acostumbrarnos a que esto sucede porque las mujeres o niñas se lo buscan. Los hombres deben dejar de vernos como su propiedad y en nuestras manos está educar a niños y adolescentes que dejen de vernos como objetos, y a niñas y adolescentes con todas las necesidades cubiertas para que cada día se sepan fuertes, escuchadas y respetadas.

 

Debemos seguir exigiendo a las autoridades que sigan implementando medidas de prevención, pero eso solo se dará cuando logremos unirnos como sociedad. Y por supuesto que también debemos dejar bien claro que las violencias de género y el feminicidio no se pueden mezclar en las politiquerías banales que sólo invisibilizan la realidad.

 

Estos temas llenos de dolor, de lágrimas, de sangre, deben dejar de ser usados como arma por quienes jamás levantaron un dedo para detener el infierno y, al contrario, lo acrecentaron, enviando mensajes de impunidad.

 

Neofeministas: dejen de usar el sufrimiento, porque ustedes permitieron que esto explotara desde aquel 2004 cuando Vicente Fox declaró que a las mujeres de Ciudad Juárez las asesinaban en sus casas y eran asuntos "privados". Ahí empezó la bola de nieve; luego se concretó el mensaje de impunidad al declarar una guerra fallida contra el narco, en 2006, porque entonces Felipe Calderón y más tarde Enrique Peña Nieto le dieron permiso a la impunidad para asesinarnos. Y la mayoría de ustedes se quedaron callados.

 

Esto no es una guerra de hombres contra mujeres, ni una guerra contra Andrés Manuel López Obrador. Es una guerra contra la indiferencia, porque hasta nosotros como sociedad seleccionamos por quién pedimos y exigimos justicia. Es una lucha contra la impunidad, contra la corrupción. Ya no queremos seguir contando mujeres y niñas asesinadas.

 

Deseamos que el recuento 2021 sea mucho menor, que este año compartamos con ustedes muchos más casos de mujeres y niñas rescatadas vivas, recuperadas por todos, y que las vacunas contra las violencias de género sean la conciencia, el respeto y el amor por cada mujer y cada niña, conocida y desconocida, que forma parte de este México.

 

¿Eres madre, padre, hermana, hermano, hija, hijo, de una mujer víctima de feminicidio o desaparición? Búscanos, ayúdanos a visualizarlas y a contar sus historias. Dale voz a la ausencia.

 

@FridaGuerrera

@VocesDLAusencia

@VocesPerdidas

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